Moverse Hasta Caer
Agitar antes de usar
Región poblada por tribus indias y colonos españoles durante siglos, Miami fue fundada solamente en 1896. Su transformación en ciudad mundial tuvo lugar en menos de un siglo. Y es que hay algo diferente en este lugar lleno de ritmo, colores y sabores.
Es, por ejemplo, la única de las grandes ciudades de Estados Unidos que tiene el privilegio de haber sido fundada por una mujer. Conocida como la «madre de Miami», la empresaria Julia Tuttle fue una de las responsables de la expansión del ferrocarril en la región a finales del siglo XIX. Hoy en día es homenajeada con una estatua en el parque de Bayford.
En las primeras décadas del siglo XX, el gran aumento de población e infraestructuras acompañó el nacimiento de uno de los bastiones simbólicos de la arquitectura americana. La célebre South Beach renació tras el gran huracán de 1926 como la mayor concentración de art decó de Estados Unidos. Con sus edificios coloridos decorando la línea de playa y una proliferación de espacios de la culinaria mundial, sigue siendo una de las zonas más «calientes» de la ciudad.
Gran marca de la «ciudad mágica» es también su comunidad hispánica, muy influyente a partir de 1960. En Little Havana es donde se siente más la vertiente multicultural de Miami. Sobre todo en la calle Ocho, la principal calle del barrio, donde galerías de arte, murales coloridos, el aroma fuerte del café cubano vendido desde las ventanitas y los ancianos jugando al dominó en el parque conforman una atmósfera especial.
Si Little Havana tiene un paseo de la fama en el que se encuentran figuras como Gloria Estefan y Celia Cruz, muchas otras estrellas del cine de la música tienen también su residencia en la ciudad.
Situada en la bonita bahía de Biscayne, Miami es, sobre todo, sinónimo de agua, sol, playa y fiesta. No es casualidad que aquí se crease una de las primeras fórmulas eficaces de protector solar, en 1944, de la mano del farmacéutico Benjamin Green.
Primera parada obligatoria: Miami Beach. Se trata de una municipalidad distinta y separa gran parte de Miami del Océano Atlántico a través de una lengua de arena en la que la famosa Ocean Drive recorre varios kilómetros de playa. La parte norte es más tranquila que la punta sur, donde se sitúa el ajetreado y muy demandado barrio de South Beach.
Un poco más al norte, encontramos un refugio con aguas de color turquesa y un sosiego de sabor exclusivo. La playa de Bal Harbour está situada en una zona repleta de residencias de élite, hoteles de cinco estrellas y tiendas de lujo; un escenario típicamente sofisticado que se confunde con el Miami de las series y de las películas.
Al sur de la bahía, memorice estas dos islas, fácilmente accesibles por la vía Rickenbacker. En la primera, Virginia Key, destaca… una playa, cómo no. Beach Park ofrece diversas actividades deportivas y comparte este pedazo de tierra con el popular Seaquarium. Aproveche para ver de cerca el manatí, especie nativa de las aguas de Florida.
Virgínia Key es un punto de paso a otra isla, llamada Key Biscayne, donde se extienden las palmeras alineadas con la arena dorada y las aguas tranquilas de Crandon Beach. El parque de vegetación intensa, manglar y dunas envuelve el centro de tenis y los campos de golf.
Lo esencial del Miami icónico no está completo sin mencionar la elegante Coral Gables. Zona histórica marcada por las mansiones de estilo mediterráneo, las calles sinuosas y un cierto parecido a los años 20. Aquí se encuentra la famosa Venetian Pool: una piscina enorme, en la que el agua dulce es suministrada por un acuífero subterráneo y que está rodeada de palmeras, rocas y cascadas. Es pública, pero prepárese para pagar por entrar.
Disfrutar de todas las sorpresas
En Bal Harbour panorama es totalmente de lujo, no se desespere. En Miami lo que no falta son opciones para poder satisfacer el deseo de un buen día de compras.
Es el caso de la bohemia Española Way, dos manzanas de zona peatonal, arquitectura colonial y cafeterías al estilo europeo en South Beach. No busque aquí multinacionales de moda o centros comerciales, sino boutiques vintage, comercio familiar y mucha artesanía hecha a mano. La atmósfera vibrante se prolonga durante toda la noche; las tiendas, así como los restaurantes de comida española, francesa, italiana o mexicana, abren hasta tarde.
Lí cerca, en Lincoln Road, el ambiente alternativo se mezcla con algunas grandes cadenas comerciales y galerías de arte, a dos pasos de la playa.
Aunque es del otro lado de la bahía, en Downtown Miami, donde se encuentra la verdadera mezcla de experiencias imagen de marca de la ciudad. Bayside Marketplace, como su nombre indica, es un mercado al aire libre con centenares de tiendas y unas vistas irresistibles del puerto deportivo. En pleno corazón financiero y residencial de Miami, es probablemente la atracción más visitada de la ciudad. Y si ha quedado deslumbrado por el escenario a su alrededor, alégrese: ¡puede disfrutar todavía más de la bahía en un paseo en barco!
Al norte de Downtown, salimos a descubrir el Design District. Zona de almacenes en ruinas y edificios abandonados desde hace poco más de dos décadas, se ha convertido en un centro privilegiado para coleccionistas de arte, antigüedades y decoración innovadora. Todos los meses tiene lugar aquí una «Art & Design Night», que reúne a la comunidad creativa de la ciudad. El ambiente hip continúa por las galerías artísticas del barrio de Wynwood.
Antes de partir, no deje de recorrer la «zona vieja» de Miami. Coconut Grove (o simplemente «The Grove») está habitado desde inicios del siglo XIX y mantiene la dinámica de villa bohemia, con hoteles antiguos, jardines, artistas excéntricos y vida universitaria. Han sido muchos los famosos que aquí han vivido: desde Madonna a Tennessee Williams. Y aquí podrá pasear por el CocoWalk, un mercado multicultural con decenas de tiendas y actuaciones musicales en la calle.
No hay zona fuerte de compras en Miami que no se vea acompañada por una amplia oferta de restaurantes y bares. Son dinámicas que se alimentan las unas a las otras, y por la noche la vida no reduce su ímpetu; antes, al contrario, los ritmos vibrantes contagian incluso a aquellos que pasan por la calle. Desde los after hours a orillas del mar en DownTown, al glamour de South Beach y al fervor de la salsa en los clubes de baile de Little Havana.
Pero antes de la fiesta, hay que sumergirse en los sabores. Varias empresas organizan excursiones culinarias por los barrios, ya que Miami es una ciudad internacional y tiene mucho de muchos sitios. La alta cocina en Downtown y Miami Beach, las terrazas tranquilas de Coconut Grove y la creatividad de los nuevos chefs en Wynwood.
¿No tiene tiempo para todo? Pruebe algunas de las especialidades locales. Empiece por el chicharrón, pedazos de tripa de cerdo frita, como aperitivo.
Después pase a la frita, la hamburguesa cubana condimentada con pimentón y rellena de tiras de patata y cebolla. Al presidente Barack Obama le gustan tanto que es reiteradamente fotografiado saboreándolas.
Y, para acabar en un tono más sofisticado, aventúrese en una de las variaciones del ceviche de inspiración peruana, generalizado en los últimos años en la cocina de fusión practicada en Miami.