Paisajes de Sal

La isla

Fue descubierta en 1460 por el portugués Diogo Afonso y por el genovés Antonio di Noli. La belleza y las olas de las playas de Sal no pasaron desapercibidas. Hoy en día, este es un destino muy solicitado por aquellos que practican windsurf y buceo, así como por turistas en busca de descanso y de la hospitalidad caboverdiana. La «morabeza» es a las gentes del lugar lo que la «saudade» a los portugueses: un sentimiento difícil de traducir que se transmite en el cariño y en el estilo de vida simple y despreocupado de la isla.

Su aspecto particular (con sus famosas playas de arena blanca y paisajes áridos sin vegetación) se debe a los vientos procedentes de la costa de África occidental que traen la arena del desierto del Sáhara.  La proximidad de la isla de Sal a esta región geográfica no implica, sin embargo, un clima insoportablemente caliente: las temperaturas son generalmente amenas, y varían entre los 24 °C de mínima a los 30 °C de máxima en el pico del verano. 

Tras aterrizar en el aeropuerto de Espargos, la capital que se encuentra en la costa este de la zona central de la isla, puede fácilmente explorar el terreno. La isla de Sal solo tiene 30 km de largo, un hospital, un cuartel, un centro cultural, una biblioteca y 12 km de ancho.   

Centro 

Puede empezar a relajarse en la playa de Palmeiras. Saliendo de las playas blancas de esta población, puede (y debe) bañarse en las salinas que dan nombre a la isla, y que puede ver de cerca en lugares como la pintoresca villa de Pedra de Lume, en la costa este. Los equipos utilizados en la producción de sal están en el mismo sitio que los dejaron, como prueba viva de los tiempos áureos de la explotación. 

Norte

Continúe tranquilamente la exploración por la zona norte, donde está el faro de Fiúra. Cerca de aquí se encuentra el cabo da Buracona, conocido por sus cautivadores piscinas rocosas naturales. Después de refrescarse en este oasis, aproveche para explorar las rocas volcánicas. Un consejo: lleve unas botas resistentes para andar cómodo.  

Sur 

Llegando a la punta sur de la isla, puede alojarse en uno de los diversos hoteles y establecimientos de Santa Maria. Esta pequeña ciudad es el principal centro de atracción turística de la isla, tanto por los extensos arenales blancos de las playas como por la fantástica gastronomía local, artesanía y actividades marítimas como la pesca, el buceo y la observación de la fauna local (tiburones y tortugas). Para conocer los ritmos de baile y las músicas típicas como el funaná y las mornas tiene que mezclarse con la población local.

Ya sea en un bar, en un restaurante o en el medio de la calle, la «morabeza» no dejará de seguirle allá donde vaya. Ajuste el huso horario y déjese influenciar por el ritmo africano.