Oporto, Donde Siempre Queremos Volver
Fantasporto, para los amantes del séptimo arte
Es la ciudad en que todos los años se celebra el reconocido Festival Internacional de Cinema, Fantasporto, que cuenta ya con 41 ediciones. Si está pensando en visitar la ciudad, no deje de pasar por el Teatro Rivoli (justo en el centro de la ciudad). Hablamos de uno de los festivales de cine europeos más prestigiosos y que, hoy en día, atrae a personas no solo del resto del país y de Europa, sino también del mundo entero. Desde el cine de autor hasta el cine amateur, es una auténtica celebración del séptimo arte, que apuesta por la innovación, la investigación, la promoción y divulgación del cine portugués, europeo y mundial, principios que van siempre de la mano de la música y las artes escénicas.
Todos los caminos llevan al mítico Rivoli
Alberga el Fantasporto y las más diversas manifestaciones artísticas, como espectáculos de teatro, música o baile. Asoma con simplicidad y belleza en la Praça Dom João I, es uno de los mayores símbolos culturales de la ciudad y un punto imprescindible en la vida cultural portuense. Tiene dos auditorios, una zona de café-concierto y un restaurante. Actualmente, y después de pasar por varias direcciones, el Rivoli forma parte del Teatro Municipal de Oporto, junto con el Teatro de Campo Alegre. Su historia se remonta a 1913, el año de su inauguración, y exhibió sus primeras películas, todavía mudas, en 1926.
Y ya que está en Oporto, aproveche para…
Ver caer el sol a los pies del Duero y, con un paisaje tan envolvente y romántico, le sugerimos que aproveche, prolongada y tranquilamente, el escenario a su alrededor. Sí, porque también en la vida real hay momentos que recuerdan los más bonitos escenarios de cine.
En la zona de la Ribeira (Patrimonio de la Humanidad en la clasificación de la UNESCO) hay una luz especial, que deja buenas memorias, y una atmósfera única que nos invita a volver. Es el lugar más típico de la ciudad de Oporto, y donde se encuentran las calles y plazas más antiguas: la Rua da Fonte Taurina y la conocida Praça da Ribeira constituyen dos buenos ejemplos. El toque medieval permanece, aunque sea mezclado con la contemporaneidad de los días. Fue precisamente aquí que la ciudad empezó a crecer y, en todas sus calles y esquinas, hay historia(s) para contar.
Entre las casas con fachadas coloridas, los arcos antiguos y las calles estrechas y sinuosas, encontrará la feliz animación de los bares y restaurantes típicos en los que podrá probar los mejores manjares portuenses, siempre con unas vistas encantadoras del río y… de la vida.
Descubrir las Bodegas de Vino de Oporto
Viaje a través de las Bodegas de Vino de Oporto (situado en Vila Nova de Gaia) también es beber el alma de la dulce región fortificada, y como el vino que produce. Las «caves» (bodegas) sellan secretos, pero el vino que guardan enaltecen las ganas de celebrar. Aproveche para descubrirlas al detalle. Y es que, a lo largo de este descubrimiento, podrá catar una gran variedad de vinos, aprender a distinguir sus aromas, conocer casi todos sus enigmas y probar el sabor de la historia que guardan. Como compañía, un paisaje digno de la más bella película.
Es que estar en Oporto es sentir la ciudad de mil y una formas, con diferentes escenarios y ritmos. La Rua de Santa Catarina nos traslada a una película con movimiento, alegre, llena de color, donde las escenas con las vidas agitadas de los portuenses se van alternando con los pequeños descubrimientos de quien está de paso para conocer la ciudad. Es el escenario perfecto para un bonito paseo: tiene tiendas de artesanía, cafés tradicionales y los protagonistas de costumbre, como vendedores y artistas callejeros, estudiantes, personas que trabajan allí cerca y turistas. Todo parece estar hecho a medida de una mañana o tarde entretenidas.
Probar sus sabores
¡Y qué sabores! La gastronomía tradicional de la región es rica, genuina, llena de personalidad y variada. Desde el pescado fresco a los embutidos y platos de carne suculentos y robustos, pasando por las variaciones del famoso bacalao hasta los dulces, en Oporto se come muy bien y siempre con el mejor vino como acompañante. Le sugerimos dos platos.
En su viaje por los sabores tradicionales de la ciudad invicta, no puede faltar la sabrosa francesinha, una receta creada en los años 60 y que estuvo guardada, en secreto, durante algún tiempo. Hoy en día, casi todo el mundo sabe los ingredientes que lleva (aunque sea por alto) y puede intentar recrearla en casa, la cuestión es que probar una francesinha en Oporto tiene otro sabor, ¡el verdadero sabor de la casa!
Las tripas à moda do Porto son otro símbolo gastronómico de la ciudad y una receta antigua, que se remonta a la época de los descubrimientos portugueses. Puede saborearlas en varios restaurantes esparcidos por la ciudad y le aseguramos que es como si probase Oporto.
Oporto deja saudades y un regusto a vida en la boca
Es por estas (y por tantas otras) buenas razones que descubrir Oporto es una experiencia que debe ser hecha con todos los sentidos. Es una ciudad genuina, cuenta historias, nos acoge con amor y brinda con nosotros, siempre con su mejor vino. Es el Oporto con acento, luz y carisma, al que queremos volver siempre.