En destinos culturales, esta ciudad se encuentra en lo más alto de cualquier ruta. Los contrastes entre lo histórico y lo futurista constituyen uno de los trazos más marcados.
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En las puertas de la historia

Brandemburgo, monumento exponente del clasicismo alemán, será siempre el punto de partida. Para seguir después por el Reichstag (el parlamento) y la famosa Columna de la Victoria, en Tiergarten. La Berlín histórica sigue en la avenida Unter den Linden, donde se encuentran diversas instituciones importantes, y en la plaza Alexanderplatz, la mayor de la ciudad.

En la vanguardia creativa

La plaza de Potsdam es uno de los mayores ejemplos del rejuvenecimiento tras la caída del muro, con construcciones modernas. Y además de la efervescente vida nocturna de Prenzlauer Berg y Friedrichshain, no faltan puntos de interés cultural: desde la Museumsinsel (isla de museos) hasta los conciertos de la Berliner Philharmoniker y el arte contemporáneo de Hamburger Bahnhof. ¡Trace un plan y no se pierda lo esencial!